Zapatos de bombero

Descubra nuestra gama de guardaparques, botas destinadas a la lucha contra incendios y riesgos industriales. Gracias a nuestra planta de producción, ofrecemos varios modelos de calzado de intervención fabricados y certificados según las normas europeas.

Distribuimos y comercializamos los productos en Francia, África, Suiza francesa, Dom-Tom… Para más información, le invitamos a ponerse en contacto con el departamento comercial disponible de 8 a 17 horas.

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Botas de intervención y guardabosques

Áreas de uso

Los zapatos de seguridad deben cumplir con un cierto número de restricciones dependiendo del campo de uso:

  • extremo de la carcasa (metal, plástico o material compuesto) si existe el riesgo de que caiga un objeto pesado;
  • suela reforzada con material antiperforación (metal o composite) si existe riesgo de presencia de virutas metálicas
  • resistencia al fuego, calor si es necesario;
  • suela antideslizante si existe riesgo de derrame de aceite, gasolina, etc.
  • protección de la parte superior del pie y posiblemente el tobillo o incluso la pantorrilla (botas, guardabosques) contra cortes
  • posible soporte de tobillo (riesgo de esguinces)
  • características eléctricas (anti electrostática)

En el entorno médico o cocinas colectivas, el calzado debe facilitar la higiene y cumplir con determinadas normas antideslizantes: Azulejos húmedos o grasientos en cocinas, suelos mojados en clínicas o incluso azulejos de baño para acompañar a los pacientes a la ducha: la elección del calzado de seguridad es importante y debe realizarse de acuerdo con criterios muy específicos.

En el campo médico, algunos zuecos se pueden esterilizar en autoclave.

Criterios para elegir calzado de seguridad

Cada profesión tiene sus limitaciones en términos de protección, que pueden ser físicas, mecánicas, químicas o biológicas. Estas limitaciones y riesgos específicos requieren la elección de un calzado adecuado.

Por ejemplo, un trabajador de la construcción que trabaja en un sitio, debe proteger sus pies contra la caída de materiales, herramientas. Por lo tanto, tendrá que elegir zapatos de concha. Dependiendo de la exposición al riesgo, el trabajador debe llevar zapatos con una puntera protectora que pueda soportar una energía de 200 J o una energía de 100 J (respectivamente EN ISO 20346: 2014 y EN ISO 20344: 2011). Este análisis debe realizarse para todos los riesgos asociados al negocio del usuario.

Entonces pueden intervenir otros factores ajenos a la salud y protección del usuario, como la comodidad y la estética del zapato.

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